Murió con la cabeza alta el RCD Espanyol, derrotado 43 días después por un Villarreal que recuperó, gracias a un solitario gol de Yeremy Pino (0-1), la quinta plaza de Champions. El canario acabó así con la buena racha de los de Manolo González, que se despiden definitivamente de cualquier opción europea y siguen, a cinco fechas para la conclusión del campeonato, siete puntos por encima de la zona roja. Un escenario inimaginable cuando se suspendió la visita a La Cerámica debido a la alerta meteorológica.
El encuentro, previsto inicialmente para el 3 de marzo, arrancó con sorpresas. Tanto sobre el verde, con la presencia de Král en detrimento de Pol Lozano (más esperado era el regreso de Antoniu Roca al once), como en la sala VAR. ¿El motivo? La aparición, en la hoja de partido que reparte LaLiga a los medios desplazados, del reincidente Del Cerro Grande como encargado del VAR en lugar de Iglesias Villanueva, como estaba previsto y finalmente fue. Un mero error de redacción que puso el susto en el cuerpo a los espanyolistas, con el polémico KO en Mallorca (2-1) todavía reciente y el latrocinio de Mestalla en la retina.
Tampoco terminaron muy contentos con la última actuación arbitral en Vila-real, anulando Cuadra Fernández hasta tres goles a su equipo en el 2-2 con la Real Sociedad. Es por ello que los 17.236 presentes clamaron contra Munuera Montero cuando, en el 12’, invalidó a instancias del VAR un penalti de Joan Garcia sobre Foyth que en un principio había sancionado.
Tocó el balón antes de arrollar al argentino el portero blanquiazul, también protagonista en la otra jugada polémica del primer tiempo. Ya superado el 30’, Barry empujó a gol un mal rechace de Joan Garcia, aliviado al ver como el VAR volvía a salir en su ayuda, dejando sin efecto lo que hubiera sido el decimonoveno gol de la temporada del francés.
Por el Espanyol, destacar la figura de Antoniu, un dolor de muelas para Sergi Cardona, y una doble oportunidad en el 43’ que no terminó dentro por muy poco. Luiz Júnior se anticipó a Roberto cuando el ‘2’ perico encaraba solo al brasileño, mandando fuera Puado su rechace con el pie.
Lo tenía todo a su favor, pese a la distancia, el barcelonés, trastabillado por Logan Costa en la primera acción peligrosa de la reanudación. Tiró arriba el libre directo posterior Carlos Romero, con ganas de reivindicarse ante el club que poseedor de sus derechos federativos. Un Villarreal que, en el 52’, encontró premio a su mayor insistencia con el gol de Pino, cuyo derechazo de primeras pilló por sorpresa a Joan.
Mención aparte para la asistencia de Pepe, el ‘groguet’, más destacado de una tarde animada sobremanera después del 1-0. Los locales vieron como les anulaban, por una falta previa de Barry a Kumbulla, su quinto gol en dos partidos, una vez Ayoze había superado a Joan en el mano a mano.
Empezaron a reproducirse, entonces, las ocasiones en ambas porterías, siendo las más claras un remate de Puado repelido por Luiz Júnior y, sobre todo, las de Buchanan y Pedraza, ya en las postrimerías. El canadiense solo tenía que remachar un pase de espuela de Pepe, mientras que el cordobés se topó, en el 83’, con el milagro habitual de cada partido de Joan Garcia.
Roberto, de cabeza, tuvo la última en el correcalles en el que se convirtió el partido, primero oficial del canterano Roger Hinojo con el primer equipo del Espanyol.
