El Manchester City sacó tres puntos vitales ante el Everton en su última visita a Goodison Park (0-2) y dio un paso adelante en sus aspiraciones de meterse en la Champions League 25-26. Los de Pep Guardiola sufrieron de lindo y no fue hasta la recta final cuando pudieron batir a Pickford con goles de O'Reilly y Kovacic para evitar el marronazo que habría sido no sumar tres puntos.
Entraron bien al partido los de Guardiola, haciéndose rápido con el dominio de la pelota y merodeando la portería de Pickford, pero sin poner en aprietos al portero de la selección inglesa. Poco a poco el Everton fue amenazando también con un juego muy directo y basado en avanzar por los costados y centrar balones al área. Simple pero efectivo. En el minuto 15 llegó el primer disparo con un golpeo potente desde la frontal de Nunes que sacó Pickford.
Después de esa ocasión la batalla futbolística se atascó y apenas hubo ocasiones de gol antes del descanso. Eso sí, la que hubo fue muy clara y pudo cambiar todo. Tarkowski entró con todo desde atrás y su cabezazo se fue directo al palo.
Tras el paso por vestuarios la charla de Guardiola no tuvo el efecto esperado en sus jugadores, pues salió mucho mejor el equipo de David Moyes y estuvo realmente cerca del gol. Ortega, titular por la lesión de Ederson tuvo que hacer una parada de mérito a otro centro desde el costado en el que los toffees demostraron que por arriba eran muy superiores.
Sin embargo, se les lesionó Tarkowski y todo empezó a cambiar. Antes Ortega mantuvo a los suyos en el partido frenando un disparo potente de Doucouré. Tras este segundo susto sí salió la mejor versión del City, la que presiona arriba, te encierra en tu propio campo y deja todo en manos del acierto que tengan en los metros finales. Seguía faltando profundidad, pero no intensidad.
Savinho encontró un resquicio dentro de un partido complicado para él y probó suerte, pero Pickford le volvió a negar el gol a los sky blue. Guardiola activó el plan B y puso en el terreno de juego a Doku y Kovacic en lugar de Nico y Savinho. De inmediato llegó una ocasión clara en la que lo único que le faltó a Marmoush fue definir.
Ya había empezado el vendaval y el City encontró el premio que buscaba y necesitaba. O’Reilly apareció para abrir el marcador. El joven lateral se anticipó dentro del área y conectó un gran centro de Nunes a pase previo de Bernardo para poner el 0-1. El héroe inesperado rompió el partido en los minutos finales. Un tanto que acabó con la fe de unos y que llenó de confianza a los otros.
Ya en el tiempo de descuento Kovacic sentenció. Tras una gran jugada colectiva, el croata se animó desde fuera del área y clavó un disparo certero al fondo de la red.